Inversión millonaria no detiene deterioro carretera turística

Santiago.-La carretera turística Gregorio Luperón se ha tragado en ocho años aproximadamente 350 millones de pesos en reparación, a pesar de las sugerencias de un nuevo trazado ante el peligro de la falla sísmica.  En los 48 kilómetros…

Santiago.-La carretera turística Gregorio Luperón se ha tragado en ocho años aproximadamente 350 millones de pesos en reparación, a pesar de las sugerencias de un nuevo trazado ante el peligro de la falla sísmica.

 En los 48 kilómetros de la carretera turística Gregorio Luperón, los daños ocasionados por los derrumbes ha obligado a intervenir 21 puntos críticos. Expertos como el geólogo Orlando Franco ha planteado en varias ocasiones la construcción de la vía que comunica a Santiago con Puerto Plata.

Aunque reviste una importancia capital para el desarrollo de la zona y de que el ministerio de Obras Pública ha informado que destinarían 700 millones de pesos, en el presupuesto de este año, apenas tiene una partida de 48 millones, lo que resultaría insignificante para poder reparar la carretera. La queja por baja inversión estatal en esa obra fue hecha por el diputado puertoplateño, José Paliza. 

Tan solo en remiendos o reparaciones ocasionales, hasta junio del 2012, el Estado dominicano había destinado 250 millones de pesos en trabajos realizados por varias de las compañías contratadas.

Un censo levantado en el año 2005, establecía la necesidad de desalojar 200 viviendas y reubicar igual número de familias que viven en todo el trayecto de la vía, debido a los hundimientos en comunidades como Palo Quemado y la cumbre de Juan Veras.

 Entre las quejas y aprehensiones que tienen los expertos, es que los trazados hechos en el pasado resultan ya obsoletos, además de que hace falta mantenimiento continuo y falta de mantenimiento de los drenajes.

 La importancia de un nuevo trazado, permitirá que otra vez los campesinos de las distintas comunidades enclavadas en esa zona montañosa puedan ofertar sus productos agrícolas, transportándolos sin dificultades.

 Sin embargo, esa propuesta no es bien vista por los que aún operan negocios de venta de comida, bebidas o frutas. 

También están los que operan puestos de confecciones y artesanías con la extracción de ámbar.

 

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