Santiago.-La muerte de varios obreros y lesiones permanentes de al menos diez mineros, no detiene la fiebre de cavar en minas improvisadas de ámbar en las comunidades enclavadas en la cordillera septentrional.
Y es que la subida del precio de esta piedra preciosa, no solo ha movido a los campesinos de comunidades como Palo Quemado y La Cumbre, sino de comerciantes de varios puntos del Cibao.
Desde el mes de junio a la fecha, van al menos cinco las víctimas mortales al quedar sepultados en las hoyos cavados de forma rudimentaria y sin equipos que permitan protección.
A esto se suman el año ecológico que está causando, pues ya no solo obreros viven de esa práctica, sino que es común ver retroexcavadora haciendo hoyos en busca del material.
Laborar en minas de ámbar se ha convertido en prácticamente el único oficio de los que residen en comunidades enclavadas en la carretera turística Gregorio Luperón.
El comerciante Bernardo Veras estima que el 90 por ciento de los residentes en comunidades de la Cumbre, vive del ámbar.
“Antes vivíamos del café y el pero ambos productos de desplomaron por los bajos precios, eso ha obligado a hombres y hasta mujeres a que durante las noches acudan con linternas al río Gurabo para poder conseguir ámbar de la que rueda desde las lomas”, apunta veras al ser entrevistado por reporteros de El Caribe.
Francisco Hilario, quien opera el taller Hilario, atribuye la fiebre de búsqueda de ámbar a los altos precios. Y es que un gramo de esa piedra del color azul puede costar entre tres mil y 16 mil pesos.
En una pequeña cubeta de ámbar amarillo comprado a los que viven de la extracción del material pudo mover 120 mil pesos. “Aquí hay personas que han hecho tres y cuatro millones de pesos con esto, peor siguen arriesgando su vida en las minas”, dice Hilario. En el trayecto desde la carretera turística Gregorio Luperón hasta Tamboril se hizo el trazado de la ruta del ámbar debido a que es la zona mas explotada.
El tres de junio, un derrumbe ocasionado en la comunidad de Juan Nina en Puerto Plata dejó un muerto y dos heridos.
La víctima hasta el momento solo ha sido identificada solo con el nombre de Denny Martínez Rodríguez de 31 años de edad, nativo de la comunidad de Gurabo, en Santiago. En tanto que resultaron heridos Fermín Paulino Ureña, de 40 años, y Milcíades Polanco Acosta, de 38.
El 19 de junio dos obreros que quedaron sepultados por una mina en la comunidad de Pescado Bobo del municipio de Altamira, fueron sacados con vida y llevados en estado crítico, pero fallecieron cuando eran trasladados al hospital regional José María Cabral y Báez de Santiago.
Rafael Parra de 27años y Henry Veras de 24 años, eran nativos de Navarrete y La Cumbre en Santiago.
El 24 de octubre derrumbe deja un fallecido, un herido ocasionado por el deslizamiento de tierra en la mina El Cacao del municipio de Tamboril.
En el hecho murió Ramiro Bernardo Hilario Rodríguez de 28 años de edad, residente en la misma comunidad.
El herido es Jeris Rodríguez de 19 años quien aún permanece ingresado en el hospital regional José María Cabral y Báez, con fracturas en la pierna izquierda. el director de la defensa Civil en Santiago, Francisco Arias, dijo que son ya varios los casos en que los socorristas deben acudir en auxilio de mineros atrapados en las cuevas.
