Santiago.-La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) mostró preocupación por las condiciones de las presas Tavera y Bao y lo atribuye a la deforestación permanente en la cuenca de los ríos Yaque del Norte, Bao, Jimenoa y Guanajuma.
En ese sentido, propone un pacto por la recuperación y salvación de las montañas como única vía de garantizar la supervivencia de la población. Durante rueda de prensa, el presidente de la entidad ambientalista, Víctor Medrano indica que los desmontes en esas zonas ha menguado considerablemente la capacidad de la cuenca para retener y almacenar agua.
Advierte que esto ha modificado el comportamiento del cauce de estos ríos cuyas aguas alimentan estos embalses.
“Demandamos la intervención de todas las áreas ganaderas para mejorar la población forestal de estas y su transformación obligatoria en sistemas silvopastoriles o en sistemas netos de producción forestal”, apuntó Medrano durante rueda de prensa en la que lo acompañaron Luis Polanco, director ejecutivo y Olmedo León.
La Soeci denuncia que la tala indiscriminada de árboles y el uso del fuego como herramienta de preparación de terrenos para extender la frontera agrícola y ganadera continúa siendo la práctica cultural más degradante de los pobladores de esas montañas.
Indica que los suelos frágiles son arrastrados hacia los embalses exhibiendo una sedimentación que fue retratada de cuerpo entero en la presente crisis hidrológica.
Medrano dice que en las últimas tres décadas no se había observado el nivel de disminución de los embalses Tavera Bao.
Dijo que ya algunas comunidades agrícolas se han visto afectadas por la falta de agua para regadío y teme que esto pueda afectar el sistema eléctrico y provocar más apagones debido a que se está generando menos energía.
“Observamos pasmados a la gente caminando en pleno vaso de la presa de Tavera, exactamente donde se encuentran las tenebrosas compuertas, aquellas que al abrirse significaba la tragedia de Santiago y e gran parte de la región del Cibao”, puntualiza.
De acuerdo a los informes de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), estiman que diariamente el embalse disminuye cinco centímetros. El déficit actual es de 35 por ciento y apenas produce 87 millones de galones por día.
